El Barcelona ha vuelto. Ya lo dijo Pique en la previa del choque: "Este equipo ha cambiado la historia, hay que confiar en él". Ya lo dijo Xavi, "esta generación necesita una gran remontada (tras las fallidas frente a Inter y Chelsea)". Dicho y hecho, con un fútbol de altos vuelos pasó por encima de un Milan tan rácano como se esperaba, 4 a 0. Que tiemblen todos, porque el mejor equipo del mundo no ha dicho su última palabra, ni mucho menos.
Era el día señalado; el día para regresar, el día para callar bocas, el día para dar un golpe sobre la mesa, el día para demostrar que la semana aciaga tan sólo fue un espejismo, el día para dejar claro que el Barça, con o sin Tito, sigue siendo el Barça.
El Barcelona necesitaba ante todo a Messi, y este no falló. El argentino marcó dos golazos y se reivindicó, demostro porqué es el mejor futbolista del mundo, porqué ha ganado cuatro balones de oros seguidos.
Roura planteó el partido a la perfección. Hizo caso a la afición, a la prensa, y sacó a Villa de inicio en lugar del cuestionado Cesc. Era un paso esencial, había que afilar las garras, ir a por todas al ataque, no dedicarse a tocar y tocar en el centro, se necesitaba gol, y con permiso de Messi, el guaje es el hombre gol de este equipo. El asturiano se situó como nueve, permitiendo a Messi moverse a sus anchas, con espacios, jugando por y como el quiere. Alves jugó muy adelantado (casi extremo) lo que ayudó a abrir el campo; pudo costarles caro ya que El Shaarawi llevó mucho peligro por esa banda, pero la apuesta salió bien, el brasileño jugó un partido muy completo.
El Barcelona salió a por todas, recuperó la presión asfixiante de antaño evitando que el Milan pudiera dar más de dos pases seguidos. Buscó la portería por todos los medios, y en el minuto 5 Messi marcó un golazo cazando un balón suelto en el area, control y a la escuadra, así de fácil. Siguió a lo suyo, los primeros 20 minutos fueron de vértigo, con un Alves que aparecía por todos lados dando al mediocre Constant más de un quebradero de cabeza. Un tiro de Iniesta en el 14 salió escupido por el larguero tras golpear en la manopla de Abbiati. Sin embargo los italianos comenzaron a meter miedo con alguna contra mal rematada, por lo que el partido se calmó, había tiempo. El Barcelona siguió acechando el area rival, pero el Milan se defendía bien. En el minuto 38 llegó la jugada que pudo cambiarlo todo; mal despeje de Mascherano y Niang se quedó mano a mano con Valdes, el joven francés (18 años) tenía todo el tiempo del mundo para decidir que hacer, pero su disparo golpeó en el palo; en el minuto siguiente Messi hacía el 2-0. Así es el futbol, el que perdona lo paga, tras un pase de Iniesta Messi se abrió hueco en la frontal y consiguió el segundo con un disparo ajustado al palo. Se llegó al descanso con la eliminatoria empatada, y lo mejor de todo es que quedaba toda una segunda parte para rematar la faena.
Opinión: El Barcelona volvió a jugar como sabe, con ambición, presionando arriba, y con un Messi inspirado. Si siguen así son un equipo casi invatible. Clasificación totalmente merecida y momento para callar algunas bocas. El Milan fue rácano como se esperaba (algo comprensible por otra parte) pero defendió mal, no ató en corto a Messi y no aprovechó las contras. Teniendo que llevar la iniciativa no supo que hacer con el balón. La Champions está preciosa, nos esperan unos cuartos de escándalo, el Barcelona vuelve a ser favorito a todo por méritos propios.
Schalke 04 2- 3 Galatasaray
El Galatasaray se clasificó para los cuartos de final de la Champions League tras lograr una sorprendente victoria en Gelsenkirchen. Los goles de Altintop y Yilmaz remontaron el inicial obra de Neustadter, y aunque Bastos igualó, Bulut sentenció a la contra.
El conjunto otomano se impuso de manera inteligente, aprovechando la ya conocida fragilidad defensiva del Schalke para pasar de ronda. Los teutones quizás notaron la ausencia de Huntelaar, su gran referencia ofensiva que fue baja de última hora, el joven Pukki no estuvo a la altura.
La primera parte fue turca, el Galata comenzó bien creando varias ocasiones de gol, pero fueron los alemanes quienes golpearon primero a balón parado. Los visitantes no se vinieron abajo y continuaron dominando hasta que en el 37 Hamit Altintop (ex-jugador del Real Madrid) empató con un cañonazo desde fuera del area que entró tras golpear en el palo. Sin descanso, se aprovecharon de una pérdida de balón en el centro del campo para lanzar un pase a Yilmaz que definió con una bonita vaselina. El turco ya ha igualado a Cristiano como pichichi con ocho tantos.
El Schalke salió con el cuchillo entre los dientes. Atacó sin descanso, como buen equipo alemán, dando espectaculo con un Draxler omnipresente. Tras varias paradas de Muslera Bastos consiguió igualar el choque haciendose con un balón suelto, quedaba casi media hora para buscar el tercero. Lo buscaron si, pero no lo encontraron, las grandes paradas del guardameta uruguayo y el cansancio hicieron mella en los locales. Aun así todo pudo haber cambiado con un par de manos en el área visitante que el árbitro no quiso ver. Finalmente, con un Schalke volcado, Bulut remató a la contra.
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